Desafío país: Estrategia nacional en ciberseguridad
Cristián Bastián Socio Principal KPMG
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Cristián Bastián
La comunidad global está adoptando cada vez más las nuevas tecnologías como un facilitador clave para el desarrollo social y económico. La adopción de estas tecnologías emergentes en las diversas industrias también abrirá la puerta a nuevos desarrollos, industrias más autónomas, procesos más ágiles e inteligentes, trayendo consigo grandes beneficios, pero también grandes riesgos.
Sin duda, entre los riesgos más relevantes están los relacionados con la ciberseguridad, donde podemos señalar que ya abandonaron el terreno de amenaza latente, enfrentándonos estos últimos meses a la amenaza real y su fuerte impacto, lo que ha llevado a la emisión de nuevas regulaciones en nuestro país, como por ejemplo, la reciente normativa para bancos. Evitar caer presa de los crecientes ciberataques a sectores y operadores estratégicos, que pueden provenir de cualquier rincón del mundo, debe ser uno de los pilares en la transformación de una industria más conectada y global. Todo ello, teniendo en cuenta que este peligro crece de forma exponencial con la implementación de la Internet de las Cosas: en la actualidad hay más dispositivos que personas en el mundo -8.400 millones de dispositivos frente a 7.600 millones de seres humanos-, y los expertos apuntan a que esta diferencia se acreciente hasta los 20.400 millones de dispositivos conectados en 2020.
Los gobiernos y los países reconocen que la transformación digital promueve la prosperidad y el bienestar, y al apoyar esta transformación también reconocen que la ciberseguridad debe ser una parte integral e indivisible de este progreso tecnológico. El reciente GCI (Global Cybersecurity Index 2017) señala hechos indiscutibles respecto de esta realidad y su relevancia. De los 193 países incluidos en este estudio, Chile, pese a encontrarse en el segundo grupo de avanzada, claramente no ha sido bien evaluado, situándose número 80 en el Ranking y 12 dentro de las Américas, donde los tres primeros países clasificados en la región son miembros de la Asociación de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA). Por detrás de estos países, Chile también se encuentra lejos de Colombia (lugar 46) e incluso por debajo de Argentina, Perú y Venezuela. Esto demuestra que tenemos un gran desafío como país para aumentar nuestro trabajo y estrategia en materias de ciberseguridad.
La seguridad cibernética es parte cada vez más importante de nuestra vida hoy en día, y el grado de interconexión de las redes implica que todo puede estar expuesto: desde la infraestructura crítica nacional hasta nuestros derechos humanos básicos pueden verse comprometidos. Por lo tanto, es muy relevante considerar políticas que apoyen el desarrollo de la educación y el crecimiento continuo de la tecnología, el acceso y la seguridad y, como primer paso crucial, adoptar una estrategia nacional de ciberseguridad.